lunes, 25 de mayo de 2009

BUSCANDO IMPUNIDAD


buscando fueros para no responder a la justicia,asesino!!!!!!!!!!!!!!!!!

primer juicio oral en mar del plata

Primer juicio oral por delitos de lesa humanidad en Mar del Plata
martes 26 de mayo 8:30 hs tribunal federal calle luro

El proceso tendrá como imputados al general (re) Pedro Pablo Mansilla y al coronel Alejandro Guillermo Duret, acusados por el secuestro y desaparición Carlos Labolita. El tribunal estará conformada por los jueces Carlos Rozanski (foto), Alejandro Esmoris y Nelson Jarazo, todos integrantes de los tribunales orales federales de La Plata.



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El primer juicio oral por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar en Mar del Plata comenzará el martes próximo y tendrá como imputados al general (re) Pedro Pablo Mansilla y al coronel Alejandro Guillermo Duret, acusados por el secuestro y desaparición Carlos Labolita.

Más de 35 testigos declararán durante las audiencias que se llevarán a cabo en la sede del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, integrado para este proceso por los jueces Carlos Rozanski, Alejandro Esmoris y Nelson Jarazo, todos integrantes de los tribunales orales federales de La Plata. Estos magistrados reemplazan a los integrantes originales del Tribunal Oral Federal de esta ciudad, Néstor Parra, Roberto Falcone y Mario Portela, recusados por la defensa de Mansilla por haber llevado adelante las audiencias del denominado "Juicio por la Verdad", donde se ventilaron los hechos que ahora se juzgarán.

La Cámara Nacional de Casación Penal hizo lugar a dicha recusación en diciembre último. Mansilla, de 77 años y actualmente bajo arresto domiciliario, y Duret, de 56, alojado en la Unidad Penal 34, están están acusados del crimen de Labolita, un militante de la Juventud Universitaria Peronista secuestrado el 25 de abril de 1976 en la ciudad bonaerense de Las Flores, cuando tenía 24 años. Labolita, que además era empleado de la petroquímica de Berazategui, era amigo y compañero de militancia del titular del PJ, Néstor Kirchner, y de su esposa, la presidenta Cristina Fernández.

Los hechos que terminaron con la desaparición de Labolita comenzaron el 26 de marzo de 1976, cuando fue secuestrado en las Flores su padre, Carlos Orlando Labolita, quien permaneció en prisión hasta 1980.

Carlos Labolita (hijo) regresó a las Flores con la intención de lograr la liberación de su padre, pero en lugar de eso fue detenido en la casa paterna y trasladado al regimiento de Azul. El 30 del mismo mes, Carlos Labolita (h) fue visto por última vez con vida por su familia y desde entonces no se sabe nada de su paradero.

jueves, 21 de mayo de 2009

justicia para un murguero

JUSTICIA PARA MAURO

Diario Miradas al Sur
Domingo 8 de marzo de 2009

La noticia salió en la sección último momento de algunos medios el domingo pasado. El título rezaba “Muere murguero tras tirotearse con un policía”, y en el artículo se decía que, después de desfilar en un corso, dos personas habían salido a robar en moto “hasta que se cruzaron con un policía de la comisaría 33 que les dio la voz de alto” al verlos romper el vidrio de un auto. Frente al llamado de la ley, continuaba la crónica, uno de los ladrones “depuso su actitud, mientras que el otro-vestido con ropas de murga- quiso escapar y efectuó dos disparos con un arma de fuego, pero el efectivo repelió la agresión y el sospechoso cayó al recibir un balazo en la cabeza”.


Aunque sonaba extraño que alguien haya usado ropa de raso, lentejuelas y brillos para salir a delinquir, nadie cuestionó la noticia. Así están las cosas. Como el muerto tenía antecedentes, el asunto parecía cerrado: otro delincuente abatido, algo que una parte de la sociedad parece festejar. El supuesto enfrentamiento fue a las tres y diez de la mañana del 1 de Marzo. Doce horas después, la policía entregó el cuerpo a la familia, que todavía no terminaba de entender lo que había sucedido.


-Un murguero


Mauricio Gabriel Vega tenía 34 años. Diez de ellos los pasó preso. Salió en libertad en el 2005, con una decisión tomada: formar una familia e insertarse en la sociedad. Trabajó de mensajero en bicicleta, de ayudante de albañil y de herrero. Este último oficio le gustó y decidió dedicarse. Juntó peso por peso hasta que pudo abrir su negocio de herrería y vidrio. Las cosas marchaban bien, tanto que este año estuvo de vacaciones en la costa atlántica y en la arena se dio el gusto de escribir “baby en camino” antes de una foto. Mauricio tenía un hijo de un matrimonio anterior, y ahora iba por el segundo.


Lo de la murga es un asunto familiar. Desde que ayudaron a fundarla, cuando él todavía estaba preso, cada uno de sus 10 hermanos, su madre, su padre, sus primos, tíos y sobrinos salieron a bailar con los Incansables de Chacarita. En total son unos 30 miembros de la familia que se preparan todo el año para desfilar durante el mes de febrero. Los ensayos se hacen en la esquina de la casa de Mauricio, un viejo edificio que zafó de que lo demolieran para hacer una autopista. Allí, en una cancha de futbol que construyeron los vecinos, todas las tardes los pibes del barrio -que son muchos y bien de barrio- se juntan a bailar y prepararse para el carnaval.


La estética que usan en la murga es la clásica de Buenos Aires: las patadas son al cielo, tal como hacían los esclavos rioplatenses en la época de la colonia, cuando bailaban a pesar de las cadenas. Los trajes también tienen historia: son un homenaje a los que usaban aquellos esclavos que robaban las viejas levitas de sus patrones y se las ponían al reverso. De allí viene el traje de raso, que tiene un inconveniente: por lo fina que es su tela, los bailarines no pueden llevar nada en los bolsillos, ni celulares, ni billeteras, ni pistolas. En el caso de Mauricio, al momento de morir el celular lo tenía su madre.


-El asesinato


Este fue un carnaval especial para la familia Vega: es el primero que en el que desfilaron sin el padre. El hombre murió cuatro meses atrás de un paro cardiaco. La muerte se integra a la murga de distintas formas. El homenaje puede ir en banderas, apliques para los trajes, alguna frase en una canción o gestos invisibles durante el baile.


El sábado 28 de febrero, los Incansables de Chacarita desfilaron en dos corsos porteños. El primero fue en la Av. Lacroze y el segundo en Cordoba y Agüero. Como cada noche de carnaval, al terminar el corso la murga entera se concentró en Alvarez Thomas y Lacroze para comer pizza y pasar un rato juntos. Había desde niños hasta abuelos. A las 3:10 de la madrugada, Mauricio Vega fue a comprar gaseosas para los chicos en la moto de uno de sus amigos. Lo acompañó un chico de 15 años, ahora convertido en sobreviviente.


En Arredondo al 2600 se encontraron con la policía. Según los testigos, Mauricio recordó que no tenía los papeles y decidió irse, pero se cayó de la moto. Un policía agarró a su amigo. Otro lo apresó a él unos metros más adelante. El chico de 15 años escuchó un disparo y luego un dialogo entre los policías. “Me mandé un cagada-dijo el primero-parece que lo maté. Vamonos al carajo”. “Estás loco-respondió el segundo-y con este otro que hago. Pedí refuerzos y vemos”.


Un rato después, las cámaras de televisión mostraban la escena del crimen. La muerte del murguero prometía ocupar unas lineas en los diarios del domingo. Junto al cadáver vestido de amarillo, verde y blanco apareció una pistola calibre 38 y la historia del intento de robo. La familia de Mauricio se enteró dos horas después, cuando alguien vio el cuerpo en vivo por Crónica TV. Al llegar al lugar, todavía estaba la morguera y la policía científica. “Hubo un enfrentamiento y lo abatimos”, se limitaron a informar los que dirigían el operativo.


El domingo, al entregar el cuerpo, los médicos forenses le informaron a la madre de Mauricio que su hijo había muerto de un tiro en la nuca. Unas horas después liberaron al chico que estaba con él y devolvieron la moto a su dueño, un amigo de la familia que tenía todos los papeles en regla. “Nuestro abogado -contó a Miradas al Sur Adrián, el hermano del asesinado- vio la pistola que supuestamente tenía Mauricio y dijo que no servía para nada. Se la plantaron para decir que fue un enfrentamiento”.


Con ese panorama, la familia de Mauricio, sus compañeros de la murga “Los incansables de Chacarita” y de otras agrupaciones, el lunes marcharon a la comisaría 33 para reclamar justicia. “Es un caso de gatillo facil”, dijeron. Algunos medios mostraron los testimonios de la familia. Otros blandieron los antecedentes judiciales de Mauricio para usarlos de bandera: como si el tener antecedentes justificara el fusilamiento, como si la pena de muerte preventiva y el 'por algo será' estuviesen en plena vigencia en nuestro país. Así están las cosas hoy.

periodismo marplatense:la cnu en los medios

Jorge Elías Gómez es un periodista sexagenario, nacido en Tandil, que fue director del diario El Atlántico de Mar del Plata y ahora dirige un portal noticioso, MdP hoy. El periodista llegó a la dirección de El Atlántico cuando el viejo diario cayó en convocatoria de acreedores. Gómez fue designado presidente de una cooperativa de sus trabajadores. En mayo de 2006 el diario fue ocupado en forma violenta por un grupo vinculado con la CNU encabezado por el ex jefe de la Unidad Regional de la Policía Bonaerense, comisario Carmelo Impari, quien había sido candidato a Intendente de Mar del Plata por la lista de Luis Patti, y el síndico de la cooperativa. En lugar de Gómez ese grupo designó como director a Oscar Balmaceda, pariente del Juez Pedro Federico Hooft. Una vez ocupadas las instalaciones, ordenaron a los periodistas que cesaran la cobertura de los juicios por la verdad, las actividades de HIJOS y las denuncias por los crímenes de la dictadura militar y el desempeño de Hooft en esos años. El abogado que patrocinó la denuncia de Gómez contra De Narváez es un profesor de derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata y dirigente de la Unión Cívica Radical, Fernando Rodolfo Coppari, quien durante la presidencia de Raúl Alfonsín fue concejal por la UCR en esa ciudad.