viernes, 26 de junio de 2009

Piden perpetua para los militares acusados por el "Caso Labolita":

Durante más de ocho horas de alegatos, dos abogados querellantes y un fiscal pidieron ayer reclusión o prisión perpetua para el general de brigada Pedro Pablo Mansilla (77) y el coronel Alejandro Guillermo Duret (56), quienes están siendo juzgados desde el 26 de mayo por la desaparición de Carlos Labolita (24).
Alrededor de las 20, el fiscal general federal Daniel Adler terminó de formular el último de los alegatos y requirió prisión perpetua para ambos militares más inhabilitación absoluta y perpetua por los delitos de "homicidio calificado por alevosía, torturas agravadas y privación de la libertad agravada".
La jornada -que tuvo dos cuarto intermedio- se había iniciado cerca de las 10, cuando el abogado de la familia Labolita, en un alegato de cuatro horas, solicitó reclusión perpetua en cárcel común para dos militares imputados por la desaparición del militante peronista, ocurrida en Las Flores en abril de 1976.
Por su parte, el abogado Eduardo Recses en representación de la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense, también ante el tribunal pidió para los imputados Mansilla y Duret reclusión perpetua y que además se revoque el beneficio de arresto domiciliario para Mansilla.
"Por considerar que quedó comprobado a lo largo del juicio que Carlos Labolita, fue secuestrado, torturado, desaparecido y luego asesinado pido reclusión perpetua para Mansilla y Duret, y que la cumplan en una cárcel común", sostuvo Sivo en su alegato.
El abogado también manifestó que "a lo largo de este juicio quedó comprobado que Labolita fue asesinado, sí tenemos certeza que lo mataron pero no cómo lo mataron. Si lo mataron con algunos de los medios o métodos que los militares utilizaban".
"Pedro Mansilla debe responder -prosiguió el abogado- ya que en esa época era el jefe de zona y el jefe del regimiento de Azul, fue el responsables de todo lo que sucedía en su zona, de la comisaría de Las Flores y de la policía. Quedó comprobado que todos respondían a sus órdenes".
"A Carlos Labolita cuando lo trasladan de Las Flores a Azul y los policías le entregan a Labolita esposado y encapuchado, sabían que lo iban a matar por que en ningún momento (el coronel) Duret, que es recibido por él, pide que le saquen las esposas. A los cinco días que a Labolita lo llevan a su casa para requisar su casa seguía esposado", expuso Sivo.
Dos detenciones
En su alegato también afirmó que "en este juicio está comprobado por testigos y no por dichos que cuando fueron a detener (24/3/1976) en forma ilegal al padre de Labolita y detuvieron (25/4/1976) a Carlos Labolita (hijo) estaba presente Duret".
"Quedó comprobado en la declaración por los propios policías que llevaron a Labolita de Las Flores hasta el regimiento de Azul, que fueron perseguidos por un Renault Blanco. El mismo auto que la esposa de Labolita dijo que conducía Duret el día que llevaron a Labolita a la casa y la requisaron", señaló el letrado.
Sivo también dijo que "quedó demostrado que Labolita fue torturado durante cinco días, en las declaraciones de su esposa, madre y hermanas, ya que lo vieron el día en que una comisión de personas de civil, en la que se encontraba Duret, llevaron a Labolita a la casa para requisarla, buscando armas".
"Labolita estaba esposado, encapuchado y con signos importantes que demostraban que había sido maltratado. Carlos Labolita le dijo a su madre: 'No te preocupes, estoy bien, hace 5 días que estoy en la parrilla'", relató el abogado en la audiencia.
"A lo largo de este juicio, quedó demostrado que Labolita fue secuestrado en forma ilegal por ser un militante peronista. Quedó demostrado que era investigado de antes del 24 de marzo del '76, en que se produjo el golpe militar", aseguró.
Además "quedó demostrado con papeles que Carlos Labolita fue detenido por orden de Mansilla y éste a su vez por haber recibido orden de sus superiores. Quedó demostrado por Mansilla que (Labolita) fue detenido por ser elemento subversivo".
El abogado junto con su pedido de penas solicitó "que se inicie una causa al militar Calbi, quien era el II comandante de la Brigada de Tandil, por mentir en este juicio oral, cuando en su momento declaró en primera instancia otros hechos que no condicen con los que dio en este juicio. Por desmemoriado, no acordarse de nada y no saber qué ocurrió en esa época".
"Lo mismo pido para los militares Onell y Rabazano, por falso testimonio, ocultar información y manifestar que no se acuerdan nada", puntualizó Sivo.
El juicio continuará el martes con los alegatos de la defensa.

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